8 ESTRATEGIAS DE ESTUDIO PARA UN RENDIMIENTO ÓPTIMO COMO VIOLINISTA Y VIOLISTA

CÓMO OBTENER EL MAYOR RENDIMIENTO DE TU ESTUDIO INSTRUMENTAL

En artículo de hoy abordaré un tema complejo que me lleva a la reflexión y la observación de manera continuada. Te has preguntado ¿Cómo obtener el mayor rendimiento a tu estudio instrumental?.

Para comenzar y tranquilizarte te diría que todos los músicos independientemente del nivel que tengan, solistas, músicos de orquestas, profesores de música, o estudiantes de diferentes niveles, todos en un momento dado hemos estado en tu situación: nos hemos enfrentado al estudio y cómo obtener el mayor rendimiento de éste.

En ocasiones, el estudio y la práctica continuada del instrumento nos enfrenta a dificultades que derivan en situaciones difíciles. Y es cuando aparecen la frustración, el diálogo saboteador interno, o incluso la idea de abandonar los estudios musicales.

Pronto comienza un nuevo curso y tienes una oportunidad de mejorar tu estudio para obtener un resultado óptimo. Para abordar este proceso complejo voy a describir una serie de estrategias que te ayudarán a tener un mejor y más eficaz proceso de estudio con el violín y la viola con el objetivo de obtener el mayor rendimiento de tu estudio.

Aquí tienes 8 estrategias de estudio clave para optimizar tu rendimiento con el violín y la viola:

1. Define objetivos claros y realistas que puedas cumplir.

2. Planifica tus sesiones de estudio a detalle.

3. Divide el trabajo por secciones y vencerás.

4. Escucha activa y atenta.

5. Graba y analiza tu estudio con honestidad.

6. Utiliza la técnica como vehículo al servicio de la expresión musical.

7. Descansa y reflexiona sobre los resultados.

8. ¡Disfruta y valora el proceso!.

1. DEFINICIÓN OBJETIVOS CLAROS Y REALISTAS: El arte de definir micro-metas

   
   

Básicamente se trata de saber definir con claridad qué quieres obtener, cuánto más especifico seas más fácilmente sabrás que camino tomar para alcanzar el objetivo. La claridad para definir el objetivo deseado viene tras una reflexión de aquello que queremos conseguir y de la capacidad de ser concreto en esta definición. Pregúntate, ¿Qué quiero conseguir hoy, resolver un pasaje complicado, mejorar la afinación en una escala...?. Debes de tener en cuenta que el objetivo que definas sea realista y alcanzable para ti, en tu nivel como violinista y violista. Definir objetivos que sí puedes alcanzar son una buena fuente de motivación y autoestima para seguir avanzando en tu crecimiento musical. Te recomiendo que establezcas micro-metas, la suma de todas ellas te acercarán al éxito y crecimiento musical. ¡Pequeños pasos, grandes avances!

EJEMPLO: Definición de un objetivo claro.

Si defines como objetivo "quiero mejorar el primer movimiento del concertino", éste no es un objetivo claro, ni concreto, resulta generalizado e incluso ambiguo. Debería responder a la pregunta ¿Qué quieres mejorar de manera concreta y en cuánto tiempo?.

Una definición de un pequeño objetivo podría ser la siguiente:

• Hoy poder asegurarte que la afinación delas frases A y B de la exposición del concierto están afinadas tocando con metrónomo a velocidad lenta  ♩=50

• A lo largo de la semana lograr tocar las frases A y B con fluidez, control de arco e ir aumentando gradualmente la velocidad

• En tres semanas, interpretar las frases A y B de memoria, atendiendo las dinámicas y el fraseo musical

2. PLANIFICACIÓN DE LA SESIÓN DE ESTUDIO: Tu hoja de ruta musical

Es de gran importancia desarrollar la capacidad de planificación del estudio con el violín y la viola. La planificación tiene que ser estructurada y al servicio de los objetivos a cumplir, tanto si son a corto, medio o largo plazo. Un buen diseño de tu rutina de estudio te ayudará a planificar eficazmente. Si pinchas en el siguiente enlace puedes leer el artículo completo: CREA TU PROPIA RUTINA DE ESTUDIO

Planifica con detalle: atiende a las siguientes preguntas ¿ qué vas a trabajar, cómo lo vas a estructurar, para qué lo haces, y en cuánto tiempo lo vas a trabajar?

La sesión de estudio debe de tener un equilibrio entre el calentamiento, la técnica y el repertorio. Tienes que definir cuánto tiempo vas a dedicar a cada apartado y saber cuál priorizar dependiendo del objetivo o circunstancia. En definitiva es tu hoja de ruta.

EJEMPLO: Planificación de una sesión de una hora de estudio.

• 5-10 minutos: Calentamiento. Movilización del cuerpo con ejercicios que ayuden a calentar los músculos y articulaciones, y trabajar la coordinación entre ambas manos. Pueden ser cuerdas al aire o una escala lentamente.

• 15-20 minutos: Técnica. Enfócate en un aspecto técnico específico: escalas en diferentes tonalidades, articulación y velocidad de los dedos, cambios de posición, golpes de arco de arco, ejercicios de digitación, vibratos, sonido, estudios concretos... Cambia de ejercicio y evita el aburrimiento de practicar siempre lo mismo

• 25-30 minutos: Repertorio. Es el momento de trabajar las obras que estás aprendiendo, las piezas y el concierto. Primero marca las secciones y dedica tiempo a las que te resultan más difíciles. Ve montando las obras como si de un puzle se tratara, pieza a pieza. Recuerda que la técnica es el vehículo para una buena interpretación musical.

• 5-10 minutos: Repaso general y disfrute. Toca una pieza que te guste de principio a fin, sin interrupciones, disfrutando de la música que haces. Puedes utilizar acompañamientos de audio de piano o de orquesta para hacer la experiencia más enriquecedora.

3. DIVISIÓN DEL TRABAJO EN SECCIONES: El microscopio musical

A quien no le abruma enfrentarse a un gran reto, para poder lograrlo te recomiendo que hagas divisiones, de lo grande a lo más pequeño, incluso a lo microscópico.

Al comenzar una nueva partitura comienza el estudio sin el instrumento, analiza sus partes, divídela por secciones e incluso colores para saber dónde y cómo enfocar tu trabajo dependiendo de que se trate. ¡A problemas diferentes, soluciones diferentes!

Todos conocemos la frase "Divide y vencerás" verdad...aplicado al estudio del violín o la viola se trata de descomponer la partitura en retos pequeños, para abordar cada uno por separado antes de volver a unirlos. Trabaja los pequeños retos y cuando los domines vuelves a unirlos poco a poco. Te recomiendo que leas el artículo "QUÉ HACER CUANDO UN PASAJE NO TE SALE"

EJEMPLO: División del trabajo de un pasaje complicado.

Para abordar un pasaje complicado, no lo hagas entero de golpe, señala los compases o momentos de dificultad y trabaja por separado. Las dificultades pueden ser variadas, de ritmo, de encontrar una digitación adecuada, de arco, su distribución, sonido o golpes diferentes. Incluso la combinación de varias de ellas.

Algunas estrategias serían abordar el pasaje prestando atención a estos aspectos:

• Ritmo: Practica el ritmo solo, con palmas o sobre la cuerda al aire

• Notas: Establece una digitación que ayude al conjunto de notas para tocarlas con claridad, prueba diferentes opciones

• Arco: Presta atención a sus movimientos, la articulación, y la distribución del arco prestando atención a la calidad del sonido.

• Combinación: Ahora ya una vez trabajados por separado vete incorporando todos de manera gradual y aumenta la velocidad poco a poco.

• Ajustes necesarios: si alguna de las estrategias no han funcionado como esperabas, realiza los ajustes necesarios para ti.

4. ESCUCHA ACTIVA: El oído tu mejor maestro

Tocar el violín y la viola es una multitarea compleja en la que intervienen muchos procesos mentales, físicos y emocionales. Todos nuestros sentidos actúan en equipo en favor de la interpretación musical, y en este apartado me quiero centrar en la capacidad de desarrollar una escucha activa a través de un oído bien afinado. El oído como nuestra primera fuente de aprendizaje y corrección musical. Esto también se entrena y se trabaja, y además es altamente recomendable escuchar música de los grandes artistas e ir desarrollando el gusto musical.

Tener tus artistas preferidos los convierte en referencias musicales, en modelos a seguir.

La escucha atenta y activa es un trabajo que requiere análisis y atención plena. No se trata de tocar unas notas con un ritmo especifico que sean correctas, se trata de sentir la música y ofrecer tu propia interpretación de la partitura.

EJEMPLO: Escucha activa al estudiar una obra interpretada por tu artista favorito.

• Escucha crítica:  Detalla e identifica la afinación, el ritmo, la articulación, la dinámica y el fraseo del intérprete. ¿Qué te gusta?, ¿Qué podrías hacer diferente? .Describe claramente la respuesta. Con esto no me refiero a "criticar" su interpretación, sino a desarrollar tu capacidad de escucha para construir y crear tu propia interpretación.

• Escucha enfocada: Concéntrate en un aspecto específico cada vez, pon toda tu atención en un aspecto. El oído enfocado a modo de linterna que pone luz en un solo lugar.

  Por ejemplo, escucha solo la línea melódica, o solo cómo el violinista utiliza el vibrato, o qué dinámicas utiliza.

• Escucha comparativa: Compara diferentes interpretaciones de la misma pieza. ¿Qué diferencias encuentras?, ¿Qué decisiones toman diferentes artistas?,¿Cuál resuena más contigo y por qué?. En este momento debes de saber escoger la interpretación que te ayudará a construir la tuya propia.

5. GRABA Y ANALIZA TU ESTUDIO: El espejo del sonido

La grabación te ofrece una perspectiva objetiva que no tienes mientras tocas.

Representa una de las estrategias más sorprendentes, por su imparcialidad, la grabación refleja exactamente lo que tocas y cómo lo tocas.

Cuando te grabas para analizar el estudio y su rendimiento puedes hacerlo con un móvil, pero si puedes es recomendable hacerlo con una buena grabadora, o con un micrófono adecuado para tal fin.

Puedes grabar también solo el audio, aunque si grabas también la imagen obtendrás mucha más información. Además ya sabes, que "la música se ve y se escucha".

EJEMPLO: Grabar el concierto que estás trabajando.

• Sé honesto pero amable: Escucha tu grabación con una actitud constructiva. Identifica los puntos fuertes y las áreas de mejora sin ser demasiado duro contigo mismo, y con esto me refiero a que tu diálogo interno sea exigente pero no saboteador. Una buena práctica es hablarte como lo harías con un amigo o compañero al que estimas.

• Toma notas: Mientras escuchas, anota los pasajes donde la afinación no es precisa, donde el ritmo se tambalea, o donde el sonido del arco podría ser más consistente. Anota cualquier cosa que quieras revisar y mejorar.

• Compara con tus objetivos:  ¿Estás alcanzando las metas que te propusiste para esa sesión? Compara las diferentes grabaciones que has realizado en un período de tiempo, por ejemplo tras dos meses de estudiar una obra.

6. UTILIZA LA TÉCNICA COMO VEHÍCULO AL SERVICIO DE LA EXPRESIÓN MUSICAL: Construyendo tus cimientos musicales

Utiliza la técnica como aliada, y no como enemiga. Los ejercicios técnicos no son un castigo, ¡son las herramientas que te permiten expresarte libremente!

Me gusta la palabra "herramientas" por la claridad de su expresión gráfica y de imagen. Imagina a alguien que tiene que atornillar un tornillo y coge un martillo, ya te has dado cuenta de que no funcionará. Por eso te recomiendo los siguientes pasos, para saber y entender cómo funciona cada herramienta, cómo puedo utilizarla según mis necesidades y saber conectarlas con un propósito concreto.

EJEMPLO: Saber cómo y para qué es el ejercicio técnico que voy a trabajar.

• Entiende el propósito: Antes de tocar un ejercicio, comprende qué habilidad específica está trabajando (ejemplos: agilidad de los dedos, control del arco, cambios de posición suaves, articulación...).

• Conecta la técnica con la música: Piensa en cómo los ejercicios técnicos te ayudarán a abordar pasajes específicos de tu repertorio. Por ejemplo, una buena práctica de escalas te facilitará la ejecución de melodías fluidas.

• Varía tus ejercicios: No te quedes atascado en los mismos ejercicios una y otra vez. Explora diferentes estudios y enfoques técnicos para desarrollar una habilidad más completa.

7. DESCANSA Y REFLEXIONA: La importancia del "no hacer"

Tu cerebro y tus músculos necesitan tiempo para procesar lo que has aprendido. Es muy importante dosificar tu energía y tu atención para poder realizar un trabajo enfocado y de calidad.

No siempre estudiar más tiempo es la mejor opción. Y no digo que haya que estudiar poco, sino que también es tan importante saber cuándo y cómo descansar.

Cada estudiante es diferente y cada situación y momento de estudio también requiere diferentes tipos y momentos de descanso.

Se trata de configurar lo más adecuado para ti en cada situación, pero abriendo espacio al descanso.

EJEMPLO: Descansar adecuadamente.

• Descansos cortos: Durante tus sesiones de estudio, levántate, estírate, camina un poco. Unos minutos de descanso pueden mejorar tu concentración.

• Descansos largos: Asegúrate de tener días de descanso donde no toques el violín o la viola. Esto permite que tu cuerpo se recupere y que tu mente asimile la información.

• Reflexión activa: Después de estudiar, dedica unos minutos a pensar en lo que has logrado, en los desafíos que has enfrentado y en cómo abordar tu próxima sesión. Puedes incluso llevar un diario de práctica. Este último paso es muy importante que lo hagas ya que te permite ser más objetivo para controlar tus avances.

8. DISFRUTA DEL PROCESO: La chispa que enciende la música

Cada día en que te dispones a estudiar tienes una nueva oportunidad de mejorar y crecer. Es importante encontrar la chispa que te encienda y te anime a continuar en este proceso. Por todos es sabido que nuestro estado interno no es siempre el mismo y esto condiciona la acción .

No todos los días se estudia con la misma motivación, pero no lo conviertas en una obligación pesada, sino transforma ese momento en un disparador, un vamos allá, una chispa que te lleve a la motivación suficiente para continuar en este proceso del estudio del violín o la viola.

Para facilitar este proceso, no pienses solamente en la meta final, enfócate en el camino, en disfrutar y valorar cada paso que das.

EJEMPLO: Disfrutar y valorar el proceso.

• Elige música que te inspire: Trabaja en piezas que te emocionen y te conecten emocionalmente. Además de cierto repertorio obligatorio, te propongo que te comuniques con tu profesor/a y le cuentes tus inquietudes musicales.

• Celebra tus logros: Reconoce y valora cada pequeño avance que haces. Uno más uno, siempre suman.

• Busca oportunidades para compartir tu música: Encuentra momentos para tocar para otros, ya sea en un entorno informal o en una audición. Compartir tu música con otros músicos o conectar con el público puede ser muy gratificante.

• Recuerda tu amor por el instrumento: Vuelve a la razón por la que empezaste a tocar, o a porqué te apasiona la música. ¡Deja que esa pasión te impulse!.

  
  

Una estrategia es una táctica o una habilidad que desarrollamos para conseguir un objetivo concreto. Existen muchas y variadas, lo principal es que las pongas en práctica a la hora de enfrentarte al estudio. Te aseguro que trabajar con planificación y dirección enriquecerá sustancialmente tu experiencia de estudio y además te llevará a encontrar tu rendimiento óptimo en el estudio del violín o la viola.

Pon en práctica estas 8 estrategias, y cuéntame cómo te ha ido.

Mil gracias por tu tiempo y tu lectura.